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domingo, 9 de marzo de 2014

Las competencias básicas en el marco de la Unión Europea


Dobby dibidú

¡Cuántas amistades se cruzarán en nuestros caminos a lo largo de la vida!

Algunas se quedarán para siempre, otras parecerá que nunca pasaron, y otras pasarán fugazmente dejando huellas imborrables.

Pero ninguna amistad será tan sincera e insustituible como la de nuestra mascota, siempre leal y cariñosa ¡de manera incondicional!

Sería genial que el comportamiento de las personas fuese igual en ese sentido: a pesar de nuestros defectos, de nuestras equivocaciones, de nuestro humor... siempre dispuestos a darnos todo lo mejor de su existencia: su cariño, su compañía, su tiempo a jornada completa, su agradecimiento a cada muestra de afecto...

Bueno, quienes tengan o hayan tenido una mascota, lo comprenderán... 

Y éste es Dobby... un bull-dog francés, mimosón y travieso que, a pesar de recibir más de un gruñido y/o dentellada, siempre da segundas oportunidades a sus congéneres y sólo ladra en la intimidad del hogar, cuando algún ruido escandaloso e inesperado le saca de su estado placentero de total relajación.


Dobby dibidú

sábado, 1 de marzo de 2014

El tiempo vuela...



Estas TIC nos lo dan y nos lo quitan... 
¡Cuánto tiempo ganamos con unos pocos clics! Ya no siempre necesitamos desplazarnos para consultar ciertas informaciones, o para realizar algunas gestiones, o incluso experimentar o presenciar eventos. Y estos son sólo algunos ejemplos de lo que nos ofrece este sorprendente mundo virtual en expansión.
De hecho, nos acerca tantas cosas a nuestro sillón, que nos aleja un poco de la realidad... la realidad de acercarnos a una biblioteca a explorar páginas y páginas de libros hasta dar con la información deseada, habiendo extraído otras informaciones seguramente igual de valiosas a lo largo del proceso; la realidad de relacionarnos con esa persona sentada detrás del mostrador que tiene que explicarnos cómo realizar una gestión, entendiendo o no su carácter o su estado de ánimo, que probablemente no hemos provocado nosotros pero en el que también podemos tener un efecto; y la realidad de presenciar un espectáculo en vivo y en directo, que será siempre irrepetible, nos maraville o nos horrorice.
Cierto es que ganamos tiempo al escoger el uso de las TIC en algunas ocasiones... ¿pero estamos perdiendo el tiempo cuándo elegimos el otro camino?
Por otro lado, el tiempo que nos regalan las TIC en la realización de todas estas gestiones, nos lo roban más tarde cuando un clic nos lleva a otro clic, y a otro, y a otro... y navegamos por este inmenso universo virtual sin darnos cuenta de que las manecillas continúan girando y nos estamos perdiendo lo que sucede en nuestro pequeño mundo real...
¡Conocemos ¿o intuimos? ¿o creemos conocer? la situación actual de nuestros amigos a través de las redes sociales y no de su boca! 

Lo dicho, las TIC nos dan y nos quitan tanto...

¿Navegando por la web o naufragando?



Esa sensación repentina de estar comprendiendo todo con pasmosa facilidad... y la consiguiente frustración al comprobar, un mísero instante después, que ponerlo en práctica supone un esfuerzo mucho mayor e incluso insuperable para muchos que finalmente se rinden a la sencillez de asumir el fracaso.
Esa maravillosa satisfacción de encontrar todas las respuestas con un sólo vistazo, ya sea a nuestro almacén de vida o a cualquier otro que esté disponible... y la posterior decepción marcada por los errores recién descubiertos en lo que creíamos veraz e incuestionable.

Esto es lo que me ofrece la web: una sensación de plácida navegación por aguas tranquilas y cristalinas... que de pronto se tornan en tormenta, lucha por mantenerse a flote, naufragio, asfixia, luz al final del túnel... de nuevo salvación, una balsa en mitad del océano... y otra vez hundimiento y terror...

En fin, que este espacio virtual en el que no sabemos muy bien nuestra posición, a veces nos encontramos sin grandes dificultades, pero otras nos perdemos irremediablemente en el desconocimiento. Especialmente, porque lo que creíamos conocido de repente cambia, se amplía, se hace más complejo... y se vuelve desconocido...

Nunca terminan de estabilizarse las aguas para permitirnos asimilar lo aprendido... y aparecen con cada giro del timón nuevos horizontes a explorar.